Con motivo del Día nacional de las familias en el museo (F@MU), el Parque Arqueológico del Coliseo ha organizado visitas guiadas gratuitas, realizadas por el personal del Servicio de Educación, Didáctica y Formación del Parque, a tres de los principales monumentos del Foro Romano: la Casa de las Vestales, la basílica Julia y el Templo de Cástor y Pólux.

La Casa de las Vestales

La Casa de las Vestales, junto con el Templo de Vesta, es uno de los lugares más bellos y visitados del Foro Romano. Aquí tuvieron lugar los rituales relacionados con la Diosa representada por el fuego sagrado que tenía que ser vigilado y nunca debía apagarse. Alrededor del símbolo de todos los fuegos encendidos en todo el Estado Romano, se desarrollaba la vida de seis niñas elegidas entre las familias más antiguas e importantes de Roma, que tenían muchas obligaciones, pero que a su vez disfrutaban de grandes privilegios. Se les exigía que respetaran una prohibición única y fundamental, y quien rompía el voto era castigada de manera definitiva y terrible. Muchas leyendas han surgido alrededor de la figura de las vestales y su memoria ha estado viva durante muchos siglos, incluso cuando para entonces el fuego sagrado de Roma se había apagado.

Basílica Julia

Una visita a la Basílica Julia para descubrir la vida cotidiana en la antigua Roma. Juicios, mercado, pero también juegos para pasar el tiempo esperando las audiencias. Han llegado hasta nosotros y son visibles los restos de antiguos tableros de ajedrez grabados en las escaleras de lo que fue uno de los lugares más importantes del Foro Romano, que, junto con fuentes históricas que nos dicen lo que sucedía, nos permiten reconstruir la mayoría de las actividades que tenían lugar tanto en su interior como en el exterior.

Templo de Cástor

El Templo de Cástor y Pólux está dedicado a los enigmáticos gemelos de naturaleza divina, hijos de Zeus y Leda. Socorristas, curanderos, caballeros y atletas se unen a la historia de Roma a través de la victoria de los romanos sobre los latinos en la batalla del lago Regilo en el 496 a. C., después de lo cual se fundará el primer edificio religioso dedicado a ellos en el interior del Foro Romano. Frente al Templo, la fuente Juturna, en la que fueron vistos beber sus caballos tras la famosa batalla.